La terapia con ventosas es una técnica milenaria originada en la Medicina Tradicional China, utilizada para mejorar la circulación, aliviar el dolor muscular y liberar toxinas acumuladas en los tejidos.
La presión negativa generada por la ventosa levanta la piel y separa ligeramente los tejidos subyacentes (músculo, fascia, piel), permitiendo que la sangre fluya entre las capas y promoviendo así una recuperación más eficaz.
No duele. Lo que se siente es una suave presión o succión, que puede ser más intensa en ciertas zonas de mayor tensión, pero es totalmente tolerable y segura.